La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Lanzarote ‘recuperó’ este martes una vivienda propiedad de la Sareb, el conocido como ‘banco malo’, para Cristina Marrero y sus tres hijos, de dos, tres y nueve años de edad, que iban a quedarse en la calle.

Aunque el caso de Cristina no está relacionado con el impago de una hipoteca, su situación era límite al no poder hacer frente a un alquiler y sacar adelante a su familia con la ayuda de 426 euros al mes que percibe. Desde finales de diciembre se enfrentaba a una orden de desahucio.

La PAH ha “realojado” a Cristina y a sus tres hijos en una vivienda de la calle Mario Benedetti, en el barrio capitalino de Argana que, según la plataforma, lleva varios años cerrada. “Llevaba sin poder pagar el alquiler un tiempo y busqué otra casa, me cerraron la puerta cuando llevé a los niños al colegio, me quitaron todas las cosas, lo he perdido todo”, aseguró.

Cristina, que está en situación de desempleo desde hace al menos un año, señaló que ha acudido “a Servicios Sociales, al Ayuntamiento, a todos sitios” y que le “mandan arreglar ayudas” que no llegan. “Me tienen dando vueltas y no me solucionan nada, lo que esperan es que te veas mal con los niños para quitártelos, porque ayuda realmente ninguna”, recalcó.

La portavoz de la PAH, Cristina Cividanes, indicó que “a partir de este momento comienzan las negociaciones” con la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria) “que concluirá con la firma de un contrato de alquiler social que se ajuste a sus posibilidades”.

“No se trata de ocupar viviendas de manera oculta sino que todos podamos visibilizar el problema real de una familia que se queda en la calle”

Además, Cividanes resaltó que las trabajadoras sociales que han atendido a Cristina  le han indicado que “solo puede recibir ayuda para dos meses de alquiler” y “reconocen que es insuficiente porque no da estabilidad a la familia”.

También aseguró que los departamentos de servicios sociales a casos así los “envían a la PAH, que desde su obra social promueve la recuperación de viviendas vacías, propiedad de las entidades bancarias, para que sirvan al fin para el que fueron creadas, que es el de alojar personas”.

“No se trata de ocupar viviendas de manera oculta sino que todos podamos visibilizar el problema real de una familia que se queda en la calle, mientras hay viviendas que los bancos tienen vacías durante años”, explicó Cividanes, quien concluyó que “Cristina y sus hijos tienen derecho a una vivienda y no por caridad”.

“Vivir sin miedo”

Natalia, la hija mayor de Cristina Marrero, envió una carta a la PAH con el siguiente texto: “Queridas reinas magas, este año les pido una casita para poder vivir sin miedo a que nos echen y podamos vivir feliz”.