Sebastián Ruiz, informático de formación, decidió cambiar su residencia a Fuerteventura hace cinco años, después de una década viajando por el mundo para practicar surf. Una vez allí, ejerció como instructor de buceo, surf y kitesurfing en distintas escuelas de la Isla, colaborando también como voluntario en el club de surf que dirige su esposa, en el norte de la isla. 

Sin embargo “con el boom de las nuevas tecnologías y tras oír hablar de la filosofía del trabajo colaborativo, retomé mi profesión, empezando a diseñar páginas webs”, explica Sebastián, que desde enero regenta ‘Hub Fuerteventura’ en Corralejo un co-working, que permite a profesionales independientes, emprendedores y pymes compartir un mismo espacio físico.

Esta nueva manera de trabajar, permitió al atípico empresario, muy implicado con la sociedad local, en especial con la juventud, conjugar su oficio con una faceta más comprometida, creando en las oficinas un área donde formar a los jóvenes en programación. “Llegaron los primeros clientes y, paralelamente, se celebraron los fines de semana, talleres de desarrollo de la creatividad produciendo web series”, explica Sebastián.

El proyecto Hub Fuerteventura se anuncia en la red como ‘tu oficina en el paraíso de los surfistas’, un lema que vende la isla majorera como un auténtico despacho para profesionales amantes de los deportes náuticos. Desde las instituciones locales se apoya esta tendencia, especialmente desde la inauguración, hace un año, del primer parque tecnológico de Canarias en Puerto del Rosario.

“El clima y la cercanía con el continente europeo, a cuatro horas de Londres es un reclamo internacional para este tipo de profesionales freelance, que pueden trabajar desde su ordenador”, explica el responsable técnico del área de Nuevas Tecnologías del Cabildo y miembro del consejo de administración del Parque, Javier Franco.

El proyecto Hub Fuerteventura se anuncia en la red como ‘tu oficina en el paraíso de los surfistas’

El portal adeskinparadise.com, con el eslogan ‘Tu proyecto bajo el sol’, está especializado en este tipo de viajero, que suele pasar en la isla “fines de semana largos y, en ocasiones, temporadas. En la citada página, se incluyen enlaces directos a las compañías aéreas desde varias capitales europeas, alquileres de casas u hoteles, rent a car, información sobre la oferta del parque tecnológico y actividades deportivas y de ocio, con enlaces a escuelas, centros y establecimientos de ocio complementario. 

Los Cabildos de las dos islas orientales están ya en conversaciones para extender la oferta tecnológica del parque a posibles empresas de Lanzarote interesadas en implantarse en este espacio. La oportunidad que supone la cercanía de Fuerteventura y Lanzarote con el continente africano es otro de los reclamos que ve Javier Franco en esta nueva opción “sobre todo en el ámbito de las energías renovables”, asegura.

En la llamada sociedad de la información, está creciendo la figura del profesional freelance “que trabaja en casa o que viaja constantemente”, explica  Sebastián Ruiz, “y en este ámbito es donde tiene más éxito el espacio coworking”. En el Hub Fuerteventura de Corralejo, se mezclan una pareja de italianos programadores, un bróker barcelonés que reside en Londres  y pasa fines de semana largos en Fuerteventura o una pareja de Irlanda, él diseñador gráfico y manager de proyectos,  “que puede permitirse pasar un mes cogiendo olas en Corralejo sin descuidar sus compromisos”, dice Sebastián.

Sebastián Ruiz.

En la llamada sociedad de la información, está creciendo la figura del profesional “que trabaja en casa o que viaja constantemente”

Esta segunda vida es posible gracias a espacios como este, donde por 120 euros al mes se accede a una conexión las 24 horas del día. “Les entregamos una llave y ellos entran y salen sin horarios”, indica. También los residentes hacen uso del espacio “aunque a los majoreros aún les choca abandonar su casa para venir a trabajar aquí”, explica Sebastián.

Tres peninsulares, un norteamericano y un paquistaní, vecinos de Corralejo, usan habitualmente los servicios del co-working, el office o la sala de reuniones, “donde se realizan los meettings (reuniones) por Skype”. En la planta baja siguen desarrollándose los talleres para la gente joven, más dispuesta a este tipo de formatos.

“Los alumnos de mi mujer en la escuela de surf fueron los primeros interesados”, cuenta el director del espacio. De hecho, Sebastián es en sí mismo una especie de mecenas en el ámbito tecnológico. “Es el futuro y es muy fácil acceder a él, a través de una startup (compañía emergente) o una empresa digital, por lo que invitamos a la gente del pueblo a que conozca estas posibilidades laborales, a que salgan de los estereotipos”, insiste.