El reparto del incremento presupuestario para 2017, que el PSOE quiere que se reparta en mayor medida en Sanidad, Educación y Políticas Sociales, así como la incapacidad de CC de garantizar que se subsanarán los incumplimientos con los socialistas en varios municipios, son los motivos que mantienen paralizada la Mesa del Pacto.

Los socialistas Aarón Afonso (consejero de Presidencia) y Francisco Hernández Spínola (vicesecretario regional) han seguido manteniendo contacto con los nacionalistas José Miguel Barragán (secretario general de CC) y José Miguel Ruano (secretario de Organización de los nacionalistas) en la última semana, pese al plante oficial decretado por el PSOE el pasado jueves, pero sin avanzar en los dos grandes escollos.

Lo más complicado, debido a que los Presupuestos de 2017 tienen que tener el visto bueno del Consejo de Gobierno la próxima semana (por Ley deben entrar en el Parlamento el 31 de octubre), es conseguir que el aumento de las cuentas, que será de entre 80 y 120 millones, vaya en su mayor parte a Sanidad y Políticas Sociales, sin olvidar Educación.

Según las fuentes consultadas, los negociadores del PSOE creen que el resto de áreas deben quedar congeladas, a la espera del futuro Presupuesto del Estado, porque son estos departamentos concretos, que conforman los pilares del Estado del Bienestar, los que han sufrido más duramente los recortes fruto de la crisis y de las políticas del Gobierno del Estado.

Por el contrario, los nacionalistas quieren repartir ese dinero, proveniente de la flexibilización del objetivo de déficit que aprobará este jueves el Congreso de los Diputados, entre todas las consejerías del gabinete que preside Fernando Clavijo, aunque asumiendo que Sanidad y Educación tengan un mayor porcentaje.

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