El asadero de pardelas de Alegranza vino después de una “caza masiva”
“Una caza masiva de pardelas”. Así califica el Seprona de la Guardia Civil en uno de sus atestados los hechos que dieron lugar a la denuncia contra 19 personas por cazar y cocinar pardelas cenicientas en Alegranza el pasado mes de septiembre. Esa denuncia ya ha dado lugar a un proceso judicial por un delito contra la flora y la fauna, donde se ha personado como acusación popular la asociación de amigos de la pardela cenicienta Besay.
Los agentes decidieron inspeccionar el islote ante las “numerosas quejas de asociaciones ecologistas, ornitólogas, biólogos y ciudadanos” por la reiterada actividad cinegética ilegal de pardela desde hace años cada mes de septiembre, según el atestado. Lo hicieron de paisano para no levantar sospechas y llegaron hasta la Playa del Veril, donde se encontraron una especie de campamento, con carpa y mesas incluidas y una zona donde se estaba llevando a cabo un guiso. Había 19 hombres y un fuerte olor a “ave cocinada”, relatan.
Uno de estos hombres, Andrés Curbelo, parecía estar al tanto de la cocina, y uno de los agentes le preguntó tras identificarse: “¿Esto es pardela?”, a lo que contestó que sí. La Guardia Civil tomó una muestra de las aves cocinadas (que tras el análisis forense se ha determinado que son pardelas), además de fotografías y los datos de los presentes. Lo que hizo después fue encargar a un agente de medio ambiente del Cabildo que hiciera una inspección de la zona.
El agente localizó al menos cincuenta huras poco profundas “expoliadas”, o nidos de pardelas, en las cercanías de la acampada. Todas sin pollo. En una zona de difícil acceso, a unos cien metros pero cuyo acceso sólo es posible desde el Veril, encontró un saco con diez cadáveres de pardelas cenicienta en estado ya de descomposición.
El agente deduce que las aves, por el estado en que se encontraban, habían sido cazadas entre dos o tres días antes del hallazgo, lo que coincide con las fechas del asadero. Junto al saco había un bichero, que es una varilla metálica que termina en un anzuelo y que se utiliza para extraer a los pollos de los nidos. En la zona cercana al Veril no se encontró ni un solo pollo de pardela, en contraposición a la abundancia de pollos en el resto de las huras del islote.
De hecho, Medio Ambiente del Cabildo señala en su informe que “en el resto de la Isla es abundante la población, encontrándose tal cantidad de pollos en las huras que es difícil caminar sin pisarlos”. Se consultó esta circunstancia con una bióloga de la estación de Doñana, que es la encargada de la vigilancia de la cría de la pardela cenicienta, una especie protegida e incluida en el catálogo de especies amenazadas.
La bióloga afirmó que no se puede justificar el hecho de que las huras estén vacías, puesto que abandonan el nido a partir del 15 de octubre y hasta el 15 de noviembre. Además, señala que la ‘calonectris diomedea borealis’, o pardelas cenicienta, anida en Alegranza poniendo sólo un huevo por ejemplar y de forma sincrónica, es decir, todas a la vez.
En los alrededores de la playa del Veril se hallaron 50 nidos expoliados y un saco con 10 cadáveres en descomposición
La dependencia de los pollos en esta Isla dura unos ochenta días, y hay que recordar que se trata de un espacio protegido por la legislación, en este caso a varios niveles, ya que se enmarca en el Parque Natural del Archipiélago Chinijo, y es a su vez Zona de Especial Conservación (ZEC) y también Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
La Guardia Civil considera que las 19 personas eran conocedoras y cooperadoras de los hechos. Todos han pasado ya por el Juzgado pero casi ninguno ha declarado y los que lo han hecho niegan que participaran o estuvieran al tanto.
También señalan que no conocían a todo el grupo, sino sólo a una parte. Uno, que aseguró que estaba de vacaciones en Lanzarote y que había sido invitado a pescar en un barco, afirmó que estaba comiendo un guiso de carne de cabra.
Entre los denunciados, hay uno que reside en La Gomera y otro en Las Palmas de Gran Canaria, mientras que el resto reside en Lanzarote. Son todos varones, entre los 32 y los 65 años. El Cabildo les había dado permiso para fondear y pasear por la playa, pero el permiso sólo incluía a tres barcos con sus tres patrones, y seis acompañantes.
Siete ya habían sido sancionados
Siete de los 19 denunciados por la Guardia Civil ya tienen expedientes abiertos en el Cabildo de Lanzarote por acampar en Alegranza sin permiso. A cinco de ellos, Fernando y Juan Carlos González Berriel, Antonio Quintana, Andrés González y Juan Hernández, se les abrió un expediente en el año 2009. A otro de ellos se le denunció en otra ocasión y se acabó archivando el expediente, y otro más, Adal González, fue sancionado con 240 euros por el mismo motivo.
Además de estos expedientes, en la investigación se recabaron los antecedentes policiales de los 19 denunciados, y entre todos suman 64 antecedentes, de los que más de treinta pertenecen a la misma persona. Entre esos antecedentes hay desde infracciones administrativas en seguridad vial, sanidad, medioambiente o tenencia de armas, hasta delitos contra la ordenación del territorio, coacciones, lesiones, desorden público, robo con fuerza, atentado a la autoridad o tráfico de drogas.
Aclaración
Ni la Estación de Doñaña ni la bióloga que se menciona en el artículo son las encargadas de la vigilancia de la pardela cenicienta en la Isla. En su informe, asimismo, se concluye que no se puede afirmar cuál es el motivo de que las huras de pardela estén vacías en la zona de la Playa del Veril.
Comentarios
1 ESTO ES PERIODISMO.. Sáb, 05/12/2015 - 18:35
2 dicen y dicen... Sáb, 05/12/2015 - 21:31
3 Anonimo Dom, 06/12/2015 - 09:51
4 aclarando Dom, 06/12/2015 - 11:09
5 RESPONDIENDO AL 4 Dom, 06/12/2015 - 18:16
6 pepe Dom, 06/12/2015 - 21:16
7 Conejero Lun, 07/12/2015 - 00:37
8 ¿Carne de parde... Lun, 07/12/2015 - 08:40
9 Natalia Mar, 08/12/2015 - 12:01
10 haha Mar, 08/12/2015 - 21:18
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