Coup Lanzarote: reparar, reciclar, compartir
Nicole Andrea Ruckstuhl y Tobias Heeb forman Cleaner Ocean Upcycling Productions, un proyecto que busca gente creativa y activa que quiera impulsar una economía basada en los recursos naturales, donde prime el respeto por la naturaleza y por las personas.
El supra-reciclaje (upcycling) consiste en aprovechar materiales reciclables para construir objetos útiles y valiosos. Significa decir “no” a la obsolescencia programada y al sobreconsumo. “Se trata de usar el mismo sentido común que tenían nuestros abuelos, pero aprovechando las nuevas tecnologías”, dice Tobías.
En su taller hay metros y metros de redes de pescador, botellas rellenas de microplásticos, cholas rotas y jallos recogidos en la costa. “Por detrás de la playa de la Cantería puedes recoger cuatro bolsas de cuerdas en cinco minutos”, explica. Con ellas diseña piezas artísticas, medusas, muñecos o los pájaros que cuelgan de un árbol frente a la playa de La Garita y que han estado en el colegio de Mala, protagonizando un taller educacional sobre reciclaje en colaboración con la fundación Vivo Sano.
Nia se licenció en Antropología Social y Geografía, y puso los pies sobre la tierra especializándose en Gestión de Agua y Costas. Ha trabajado en proyectos de conservación y ecoturismo en Plymouth y Senegal. “Creo que hace falta traducir la ciencia en acción”, explica la joven suiza. “Sabemos que existe un grave problema con la contaminación plástica desde los años 60—añade Tobi— sentamos bases teóricas pero nos cuesta actuar”.
En Popenguine, una localidad costera al sur de Dakar (Senegal) los niños se bañan en el mar entre grandes cantidades de basura que llegan arrastradas por las corrientes oceánicas. “De nuestros amigos senegaleses aprendimos a salir de la burbuja científica y a concretar”. Nia y Tobi lo practican en su vida diaria. En vez de comprar una botella de plástico diaria, llevan una de cristal que una vez estuvo rellena de zumo o de sopa. La malla que la sujeta está trenzada con sobrantes de tela naranja y enganchada al bolsillo con un mosquetón. Procuran comprar productos frescos, cultivados en la isla, en los mercados agrícolas, vestir ropa hecha con tejidos naturales y evitar la comida envasada o precocinada (magdalenas con envoltorio de plástico individual, etc.). “Tenemos poder como consumidores”.
“El plástico no es el enemigo”, aclaran. No se trata de eliminarlo de nuestras vidas, sino de reutilizarlo. “Es un material muy valioso que tenemos que aprovechar. Para elaborar una bolsa con plástico reciclado se necesita menos agua y energía que para fabricar una de tela”, dicen.
El plástico es un material muy valioso que tenemos que aprovechar y reutilizar en nuestras vidas
El nacimiento de su hijo les ha dado la energía y el impulso definitivo para querer cambiar el mundo con pequeñas acciones. “El plástico es un problema global. Yo trabajaba de camarero en Suiza y a las cuatro de la madrugada te aseguro que hay la misma basura en la calle que en cualquier otro sitio; la diferencia es que allá hay mucha gente limpiándola”. En una tarde de febrero, recogieron 300 kilos de basura en Caleta de Caballo junto a una veintena de personas. “Las limpiezas no combaten el problema, sólo los síntomas”, dice Nia. Pero ayudan a visibilizar el problema. Después de cuatro años yendo y viniendo, han decidido establecerse en Lanzarote y poder afianzar sus lazos profesionales y personales.
Quieren visibilizar los catastróficos daños colaterales del usar y tirar. Han hecho anillos con cubiertos de plata antiguos y un cable roto viejo; carteras con bolsas de café, bisutería con chapas de cerveza y colgantes con las cuerdas de un bajo. A lo largo de este año organizaran una exposición en el café Pura Vida (Tinajo) y esperan reunir la gente y el tiempo necesarios para abrir un ‘repair café’, un taller de reparación de objetos que funciona con herramientas de uso compartido. “Una forma de acercar a la comunidad” en la que la ayuda mutua es fundamental.
Su próximo paso: seguir las instrucciones de Precious plastic, una web que facilita los planos para construir una pequeña planta recicladora doméstica. No se trata de rentabilizar su diseño, sino de expandirlo, de compartir su conocimiento. “Tienes que creer en ti y creer en el cambio”. Ni diferente ni mejor, COUP es un órdago para conseguir una vida más sostenible.
Comentarios
1 steff Lun, 20/03/2017 - 13:39
Añadir nuevo comentario