“Repsol y el Gobierno ponen problemas para que los científicos evalúen las perforaciones”
-Usted fue a Bruselas como experta para plantear en la UE que el estudio de impacto ambiental de las prospecciones no se ha hecho correctamente ¿Se puede esperar aún algo de Europa?
- A la UE fui como experta en cetáceos y bioacústica para presentar datos que dicen por qué la evaluación de impacto de Repsol y la declaración de impacto del Gobierno no cumplen con las normas ambientales y cómo los fallos son significativos porque infraestimaban el impacto de las prospecciones sobre la fauna marina. Repsol no cumple con la evaluación en cuanto a instrumentos acústicos no contemplados en la evaluación de riesgo. Usa un perfilador sísmico vertical que emite impulsos intensos.
- ¿Se emiten sonidos que no aparecen en la documentación?
- Exactamente. El Ministerio exigía un modelado del impacto acústico con un modelo científico y Repsol sólo modeló el ruido del taladro, e incluso en ese caso sus resultados eran menores que en otras plataformas casi iguales donde el ruido da niveles más altos. De las tres fuentes de sonido, la perforación, el perfilador vertical y el sistema de posicionamiento, sólo modeló uno y con modelos tan sencillos que infraestiman el nivel de ruido que hay.
- ¿Es el único incumplimiento?
- En el sonido es este, pero hay más. Lo que presentó Rick Steiner es que la evaluación de riesgo de un derrame también está mal estimada, porque la posibilidad de riesgo es alta. Uno de los pozos, de hecho, está considerado de alto riesgo: alta presión y alta temperatura.
- Plantea usted que se deben aplicar medidas correctoras. ¿Cuáles?
- Como no han hecho la evaluación adecuada, deben pararse las prospecciones hasta que se haga, incluyendo una estimación del riesgo que contemple la complejidad oceanográfica de Canarias, de sus mareas, vientos, que no se han contemplado bien.
Natacha Aguilar es bióloga marina y directora de la Línea de Investigación de Cetáceos de la Universidad de La Laguna
- Repsol publica unos informes semanales de vigilancia ambiental. ¿Es suficiente? ¿Son fiables?
- No están completos porque se hacen a una milla de la prospección. Al no haberse evaluado el impacto acústico, la zona de exclusión no es un dato científico, es un dato tomado al azar. Además, lo que es inadmisible es que Repsol no informe al Gobierno y a los científicos de la planificación de sus actividades. El Gobierno plantea un monitoreo ambiental, y para planificar hace falta saber lo que hace Repsol y nos lo tienen que decir con dos semanas de antelación, y esto no existe. Es un fallo claro de Repsol y del Ministerio que no la obliga a colaborar.
- Así que Repsol se vigila a sí misma...
- Claro, y como ha hecho mal la evaluación de impacto ambiental, tampoco nos fi amos del monitoreo ambiental, y por eso los científicos de Canarias, las dos universidades, estamos planificando un estudio pero no tenemos información para planificarlo bien. Hace falta un monitoreo independiente que lo debería pagar el Ministerio de medio ambiente, pero es que tampoco lo apoya. Debería obligar a Repsol a que nos dé información son dos semanas de antelación. Si no, es muy difícil hacer ciencia.
“Lo que es inadmisible es que Repsol no informe al Gobierno y a los científicos de la planificación de sus actividades”
- Estuvo en la zona de las prospecciones recientemente. ¿Con qué objetivo?
- Eso fue un comienzo de este monitoreo ambiental: un estudio piloto en el que ya quedan claras las defi ciencias en las condiciones de trabajo, basadas en la falta de colaboración de Repsol y el Ministerio con la ciencia en Canarias. Se nos pidió que no nos acercáramos a menos de dos millas cuando la zona de exclusión es mucho menor. Nos están poniendo impedimentos para estudiar los sondeos. Vimos especies sensibles como rorcuales expuestos al ruido.
- Parece que hay un doble rasero con el Golfo de Valenca y Alborán, en cuanto a la importancia que se da a los cetáceos. Allí se desaconsejan los sondeos y hay menos especies que en Canarias...
- En Alborán y en Valencia hay seis especies que se ven regularmente y en Canarias hay 31 especies, de las que once se ven de forma regular todo el año. En esos dos lugares se evalúa la prospección sísmica, la búsqueda de la bolsa, que aquí se hizo en 2002 y no se hizo estudio ambiental así que no se sabe cuál fue el impacto. Nosotros expusimos que hay impacto y ha calado en el Ministerio y ahora lo aplican. Si las prospecciones sísmicas se hubieran planteado ahora hubiera salido un impacto ambiental negativo, así que hemos llegado una década tarde.
Comentarios
1 Josel Mié, 07/01/2015 - 10:25
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