Marcos Bergaz, consejero de Política Territorial

“La revisión del PIO es una oportunidad para la reconciliación política sobre el territorio”

Foto: Felipe de la Cruz.
M. Riveiro 4 COMENTARIOS 09/01/2017 - 07:11

- Nueve meses después de tomar posesión, el Plan de La Geria está anulado y ni Gobierno ni Cabildo van a recurrir, el Plan Rector del Archipiélago Chinijo pendiente del Tribunal Supremo y se han cumplido nueve años desde que se adjudicara la revisión del Plan Insular a José María Ezquiaga.

- Es importante que seamos conscientes de que en política territorial, la situación de Lanzarote es excepcional. Únicamente a través de un gran acuerdo por el territorio en Lanzarote vamos a poder actualizar los diferentes instrumentos de planeamiento y recuperar el tiempo perdido. Los diferentes planes deben dar respuesta a los problemas de 2016 y no a los de la década de los 90. Para aquellos se aprobó, en un hito histórico, el Plan Insular de 1991. Entonces Lanzarote tenía 60.000 habitantes y hoy 140.000, la principal preocupación era la heroína y hoy es el desempleo.

- ¿Cómo está la tramitación del nuevo Plan Insular?

- Después de ocho meses de arduo trabajo administrativo, vamos a seguir contando con el equipo de Ezquiaga. Para ello hemos tenido que incoar hasta cuatro expedientes administrativos y acreditar la vigencia del contrato con tres informes distintos. Esperamos arrancar en enero. Se va a sacar una plaza de director insular de Planeamiento para un departamento de Política Territorial que no anda muy sobrado de personal.

- ¿Cuáles tienen que ser, a su juicio, los objetivos de la revisión del Plan Insular?

- Si en el 91 el objetivo fundamental era la contención del crecimiento, garantizar que Lanzarote iba a seguir siendo una Isla diferente, que no iba a transitar por la vulgaridad ni ser la copia de ningún otro destino, hoy la revisión del PIO tiene que garantizar que Lanzarote seguirá siendo tierra de oportunidades durante los próximos 20 años. Las oportunidades hay que buscarlas en el sector primario, para diversificar la economía y cuidar el paisaje, cualificar la industria turística, impulsando la reconversión de la planta alojativa y de los espacios públicos, o con la apuesta por las energías renovables, como se ha visto recientemente con la puesta en marcha de dos aerogeneradores. En renovables, gracias al recurso de una presidenta socialista, Manuela Armas, la iniciativa pública fue adjudicataria de varios parques eólicos y el Cabildo puede afrontar esas inversiones. Un aspecto fundamental es que el Plan Insular no sólo se apruebe sino que también se gestione y actualice cuando haga falta, porque si no está abocado al fracaso. La revisión del PIO es una oportunidad para la reconciliación política que tiene que haber en cuanto al territorio en Lanzarote. Llevamos mucho tiempo con ruido, sin acuerdo político, empresarial y social respecto al principal bien que tiene esta Isla, que es su territorio.

“Hay suficiente suelo clasificado ya en la Isla para atender la demanda de nuevos establecimientos de ocio. Y hay una urgencia también de no ampliar el techo de camas turísticas”

- Hace una década, cuando se discutió el último planeamiento de ámbito insular, el Plan Territorial Turístico, salieron a relucir diferencias sobre si en la Isla caben más campos de golf, parques temáticos y otras instalaciones de ocio complementario. Con el PIO se va a encontrar con ese debate. ¿Qué opina?

- El Plan Insular es un proyecto que excede de unas siglas políticas o de un consejero, es un proyecto de Isla. En cuanto al ocio complementario, en Lanzarote la gente no se aburre, tenemos una oferta de calidad y diversa como para que los turistas salgan encantados, como plasman las encuestas. ¿Caben nuevos proyectos asociados al ocio complementario? Caben, pero con tino, sabiendo que la principal diferenciación que tiene la Isla pasa por sus paisajes, su medio natural y por no consumir grandes bolsas de suelo. Lo que deberíamos hacer es que determinados suelos pen sados para nueva planta alojativa transformarlos para determinados proyectos de ocio que no comprometan la visión que tenemos de la Isla y puedan añadir un plus a la experiencia de los turistas.

- ¿Sin consumir más suelo fuera de las localidades turísticas?

- Efectivamente. Creo que hay suficiente suelo clasificado ya en la Isla para atender esa demanda de nuevos establecimientos de ocio. Y hay una urgencia también de no ampliar el techo de camas turísticas. Todo lo contario. Deberíamos tratar de hacer un ajuste, no el que se hizo en el 91 cuando se desclasificaron 250.000 camas, pero si podemos retirar 4.000 o 5.000 camas sería muy bueno para la Isla y para los propios empresarios.

- ¿Qué plazos maneja el Cabildo para sacar el PIO, el Plan de La Geria y el Plan Rector del Archipiélago Chinijo? ¿Se aprobaría alguno en el próximo año?

- Tenemos encomendada la redacción del nuevo Plan de Chinijo, del nuevo Plan de La Geria y retomamos el PIO. De esos tres instrumentos, me parece fundamental que el primero que viera la luz fuera la revisión del Plan Insular, porque los trabajos están avanzados, tenemos el informe de sostenibilidad ambiental y jerárquicamente es la norma más importante en el sistema de planeamiento en Lanzarote, además de que puede dar cobertura y seguridad jurídica a La Geria y al Archipiélago Chinijo. En este ano el objetivo es que se apruebe inicialmente. Siguiendo los trámites legales, aprobar definitivamente un planeamiento son al menos dos años, pero hablar de plazos en Lanzarote es una temeridad, porque llevamos desde la Moratoria del año 2000 sin aprobar en el salón de plenos del Cabildo ningún instrumento de ordenación. Tenemos que construir el acuerdo político, y que todos podamos renunciar a nuestras aspiraciones de máximos para contar con normas actuales.

“Se debe afrontar un debate, que no se ha querido hasta el momento, que es la implantación de alguna figura impositiva que permita al Cabildo disponer de fuentes de financiación para los espacios naturales. Le podemos llamar ecotasa o como queramos”

- Al decaer por sentencias judiciales el planeamiento del espacio protegido de La Geria y del Parque Natural del Archipiélago Chinijo, el marco normativo sería más rígido. Hay quien considera que es lo idóneo para estos espacios naturales.

- Sí, pero también se añadiría una cierta inseguridad jurídica y no se podrían realizar determinadas actividades, porque no contamos con una normativa concreta y específica, de lo que se permite o no hacer en esos espacios. Es una situación poco positiva.

- En el debate sobre el futuro de La Geria se ha mezclado el interés general con intereses particulares, como el de la bodega Stratvs, cuya construcción irá a juicio en 2017. Los dos últimos planes aprobados fueron recurridos y anulados, y todo hace indicar que si se aprueba un planeamiento similar seguirá eternamente judicializado.

- Por eso defiendo un gran acuerdo político, empresarial y social que requieren los instrumentos de ordenación. Cuando decidimos contratar un nuevo Plan de La Geria, antes de las sentencias, existían dudas jurídicas sobre la validez del planeamiento de 2014, plasmadas en informes de técnicos de acreditada solvencia, y también demandas de gente que vive en el espacio, porque hay dificultades en los asentamientos rurales o problemas para mantener la tipología de los cultivos. Debemos iniciar un proceso participativo para aprobar un documento en el que la mayor parte, no digo por unanimidad, porque será muy difícil, se pueda sentir razonablemente cómodo con una norma que regulará un espacio tan especial.

- ¿Con qué recursos cuenta el Cabildo y la Consejería de Medio Ambiente para el mantenimiento y conservación de los espacios naturales de la Isla?

- Creo que se debe afrontar un debate, que no se ha querido hasta el momento, que es la implantación de alguna figura impositiva que permita al Cabildo disponer de fuentes de financiación para esos espacios. Le podemos llamar ecotasa o como queramos, pero necesitamos como el comer fuentes adicionales para mantener la idiosincrasia de esos espacios naturales, porque los recursos actuales no nos permiten acometer muchas de las intervenciones que quisiéramos. Hemos ido escapando fundamentalmente gracias a recursos propios del Cabildo, a fondos comunitarios que están por venir, un millón hasta 2020, que es insuficiente para Lanzarote. Cataluña tiene un impuesto turístico, Baleares lo ha recuperado y siguen recibiendo miles y miles de turistas. Los visitantes piden transparencia y control sobre esos recursos, y debemos no retrasar el debate como se ha venido haciendo insistentemente ante el temor de que los turistas dejaran de venir o que este destino dejara de ser competitivo. Niego la mayor: Lanzarote es competitivo y necesitamos recursos adicionales.

“La única deslealtad que puede esperar CC del PSOE o al menos de este consejero es intentar ganarle las elecciones en 2019”

- Tras la ruptura del pacto en el Gobierno de Canarias, ¿cómo debería afrontar la situación política el PSOE de Lanzarote?

- En Lanzarote, nuevos episodios de inestabilidad serían un disparate, un retroceso si lo que queremos es cumplir con los objetivos y retos de la Isla, como invertir y ejecutar importantes recursos públicos que han de venir, como el Fondo de Desarrollo de Canarias o recursos propios, para poner Lanzarote a punto. CC en Lanzarote la única deslealtad que puede esperar del PSOE o al menos de este consejero es intentar ganarle las elecciones en 2019, pero hasta entonces va a encontrar un aliado para sacar los grandes temas que tenemos en agenda. El pacto empezó de manera tortuosa pero está funcionando de manera razonablemente bien, no solo en el Cabildo sino en Arrecife y San Bartolomé.

- ¿Con qué familia del PSOE de Lanzarote está?

- (Risas) Le voy a contestar como decía Concepción Arenal: “Las fuerzas que se asocian para el bien no se suman, se multiplican”. El PSOE, en Lanzarote y en Canarias, tiene que multiplicar sus esfuerzos y no podemos prescindir de nadie para ser primera fuerza en la Isla. Cuando veo división en el seno de mi partido me duele mucho, porque tanto en un bando como en otro lo que aprecio son socialistas de pro que me merecen todos los respetos. Espero que no vayamos a un congreso de confrontación, sino que previamente todas las familias se puedan sentar y elegir lo mejor de la casa no solo para liderar al PSOE sino para formar los distintos órganos del partido.

- Ya aspiró en una ocasión a liderar al PSOE. ¿Se volvería a presentar?

- En mi agenda a corto plazo no está esa posibilidad. El PSOE está en buenas manos con Dolores Corujo al frente. Me parece que es una mujer de raza, con las ideas muy claras, pero también toda organización requiere de cambios y de actualizarse cada cierto tiempo, y ahora que se avecinan nuevos congresos, el PSOE de Lanzarote también necesita cambios importantes. Creo que debemos apostar más por un liderazgo colectivo, coral. Es importante tener una buena secretaria general, que la tenemos, pero necesitamos que aparezcan más voces a la hora de defender el ideario y el programa político, posicionarnos con mayor rapidez ante los temas de actualidad. También debemos reactivar un elemento fundamental del partido, las agrupaciones locales. Con estos ingredientes, estamos en disposición de pelear para ser la primera fuerza en 2019.

Comentarios

Lo tipico del soe van de defensores del territorio y luego traca tra con vaselina estos al final son igual k cc pero se lo monta a lo fino
eres incompetente y cansino. Deja de llamar a los saqueadores de lo público al reparto entre amiguetes y aquí no pasa nada. Así van los sociatas en Lanzarote, defendiendo lo "suyo"... Que triste que tengamos a este tipo de individuos en cargos públicos.
LO PEOR QUE LE PUEDE PASAR A LANZAROTE, ES TENER UN TIPO COMO ESTE DEFENDIENDO EL TERRITORIO, UNA PERSONA QUE NO HACE NI PUTO CASO DE LOS CIUDADANOS/AS, QUE DENUNCIAMOS LOS BUGGIES QUE ESTAN DESTROZANDO LA ISLA Y NO HACEN CASO, Y PERMITEN SEGUIR ROMPIENDO CAMINOS Y ENARENADOS DE TODA LA ISLA, Y DICEN DEFENSORES DEL MEDIO AMBIENTE VAYA UNA GARTA DE MENTIRAS.
Si la mitad de las cosas que dice en la entrevista fuesen un poco ciertas... pero no es más que un ejercicio ( malo ) de dialéctica política. Un tipo que nunca ha aportado nada.

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