3 COMENTARIOS 04/01/2015 - 09:09

En Lanzarote, el paisaje tiene cicatrices con nombre de urbanización a medio construir. Existe un territorio ocupado por un limbo de cemento y piedra, que incluye caserones rurales, antiguas fábricas pesqueras y una arquitectura doméstica en peligro de extinción.

Hace muchos años, un río de lava volcánica se topó con el océano y formó un acantilado de caída tajante. Es la costa del Rubicón, Las Maretas, un lugar que se mantiene en estado de salvajismo, muy adecuado para practicar el ensimismamiento oceánico, la escalada y los baños en charcones de agua marina.

En 1970, comenzó a levantarse aquí una urbanización de cuatro alturas. Se bautizó ‘Atlantic Sol’ y se orientó hacia poniente para capturar desde sus ventanas unos atardeceres de primerísima línea. Nunca terminó de construirse y, siete lustros después de iniciarse las obras, esta infraestructura turística de capital alemán es un esqueleto de cemento que se estudia como modelo de degradación del litoral en algunas universidades.

“El ‘Atlantic Sol’ se estudia como modelo de degradación del litoral en las universidades”

Un equipo del área de Geografía Física de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla) lo utilizó en 2009 como ejemplo del negativo impacto que tienen las urbanizaciones abandonadas en la costa española. Además de haber causado “severos problemas de erosión” –destrozando un ecosistema de matorrales costeros como la matabrusca (‘Salsola vermiculata’) o el salado lanudo (‘Chenoleoides tomentosa’)- este siniestro urbanístico genera situaciones “precarias y peligrosas” para quienes lo ocupan.

Algunas familias lo usan como zona de recreo para los veranos. Varias personas sin vivienda colgaron mantas para separar habitaciones, las numeraron, trajeron sillas de plástico y construyeron mesas con bloques de cemento. Los practicantes de paintball vieron en este chasis de hormigón el perfecto escenario postapocalíptico para sus batallas recreativas. También es un enorme lienzo muy apto para la práctica del graffiti y un espacio que inspiró a músicos e investigadores sonoros como Jeremie Mathes.

Hasta el ‘Atlantic Sol’ (también conocido com Atlante del Sol) sólo se puede llegar por una pista pedregosa, que se porta mal con las ruedas de los vehículos. Cuando se alcanza, causa fascinación e indignación casi a partes iguales. El publicista Guille Viglione, describía así sus impresiones de la zona en una columna semanal que publica en el Diario Vasco: “Se fueron las grúas, los morteros y las excavadoras. Quebraron las promotoras. Echaron a los obreros. Incluso imputaron a algún alcalde. Se acabó la fiesta. Los Atila del ladrillo huyeron sin mirar atrás”.

En Playa Blanca hay urbanizaciones con alcantarillado y señales de tráfico… pero sin casas. En Costa Teguise, se quedaron en los cimientos y no pudieron encofrar más. Con el reventón de la burbuja inmobiliaria, las promociones inmobiliarias se detuvieron y los suelos destinados a acogerlas sufren hoy los daños colaterales.

En otro orden de olvidos arquitectónicos están los caserones de La Geria. De paredes gruesas y dimensiones impactantes, alojan antiguas prensas de uva y materiales recios que atraen a viajeros curiosos y a fotógrafos que buscan localizaciones de romanticismo decadente. Alexandra Gozálvez (Lanzarote, 1988) ha hecho algunas exploraciones y las ha recopilado en un blog llamado ‘Sitios de nadie’. La Rocar es otro de los espacios referidos, un antiguo complejo industrial para la conserva y el salazón del pescado, que en las noches de otoño, parece un trasatlántico a punto de desgajarse del islote del Francés para navegar hacia otros futuros.

En 1945, Rodolfo Alonso Lamberti compró el islote del Francés y creó La Rocar S.A. El nombre de la industria lo formó la primera sílaba del nombre del propietario y la de su hermano Carlos. Luego fue fábrica de coches (de las fi rmas Seat y Opel) y siempre, siempre un lugar de juego para los arrecifeños más chicos y los hijos de los trabajadores. Más tarde, la ruina devoró este privilegiado espacio de la Marina capitalina, que alberga unas salinas históricas. Varias personas toxicómanas se refugiaron aquí. En 2010 fueron desalojadas y casi todas las naves fueron derribadas.

“A día de hoy continúa el pulso entre el interés público y la rentabilidad económica que exige la propiedad privada”

La Rocar es un sitio de avistamiento de aves migratorias y locales, y una de las piezas de suelo más valiosas de la capital. En el largo camino de pleitos y negociaciones entre sus propietarios y el consistorio de Arrecife, se han propuesto todo tipo de canjes, permutas e indemnizaciones. Incluso se llegó a contactar con los estudios arquitectónicos de Santiago Calatrava, Norman Foster y Kazuyo Sejima para la edificación de un proyecto icónico.

A día de hoy continúa el pulso entre el interés público y la rentabilidad económica que exige la propiedad privada. En el mientras tanto, permanece la lesión territorial. Muy cerca, se puede completar una ruta por antiguas viviendas arrecifeñas tapiadas, a la espera de entendimiento entre copropietarios o de una oferta de compra que no llega. Otras se derribaron y el solar se transformó en aparcamiento o/y en punto sucio.

Comentarios

¿Que hace el gobierno para quitar estas vergüenzas? Estropean la isla hace muchos años y por la vinculación de unos politicos con estos edificios illegales no pasa nada! El comentario en este articulo, que tienen valor para estudios cientificos es una mala broma. Demolar y renaturalizar los terrenos es la unica solución!!!
Buenas, soy la autora del blog al que hacéis mención; ¡¡Gracias! Efectivamente, los lugares abandonados son un mundo que atrae a mucha gente; si se sabe cómo disfrutarlos y se cuida bien de ellos, no deberían estropear ningún entorno; con ellos vemos un poco de su pasado. ¡¡Saludos!!
Qué artículo ameno y bien escrito. Felicidades a la autora. Curiosa estratigrafía la Rocar con salinas-fábrica de coches-cobijo de marginadas. Tienen mensaje estos sitios, y parecen más vivos en su tristeza que el feo Granotel, como todas las restos de antiguas bonanzas. Son pecios donde ideas y contemplaciones. Algunos yo creo que deberían dejarse como están y accesibles. Felicidades

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