6 COMENTARIOS 27/03/2015 - 11:19

Ahora que se sabe que el fiscal pide 15 años de prisión para Juan Francisco Rosa, en el medio de comunicación propiedad del acusado se empieza a reconocer que el caso, como mucho, tiene que ver con el hecho de que se haya construido más de lo permitido. Es un avance porque hasta ahora ni siquiera se reconocía, a pesar de que el propio Rosa ya había admitido en el Juzgado que hizo el restaurante sin proyecto y sin permiso. Eso, y que sabía que una parte de los terrenos no le pertenecía.

La Fiscalía parte de la premisa de que el proceso para la construcción de la bodega era un plan preconcebido porque el promotor sabía que no le iban a aprobar el proyecto, por estar dentro del paisaje protegido de La Geria, donde no se permitían ni siquiera obras que comenzaran con movimientos de tierras. Hay indicios de sobra para hacer esa afirmación, la de que se trata de un plan, como el hecho de que el permiso inicial lo solicitara otra persona (la esposa del arquitecto) pero las contestaciones le llegaran a Rosa, o el hecho de que se camuflara el proyecto como la rehabilitación de una casa y construcción de un almacén para guardar la cosecha. La casa se tiró, el almacén se multiplicó y la cosecha no existía porque el empresario no era propietario de las viñas que decía que pertenecían a la finca.

En un tribunal hay que demostrar fehacientemente lo que se afirma en el escrito de acusación, y esto ya se verá en el juicio, pero no hacía falta acudir a estas explicaciones para saber que la intención de Rosa, desde tiempo atrás, era “convertir La Geria, patrimonio de todos los lanzaroteños, en un negocio privado”, como también afirma el fiscal. Basta recurrir a la memoria.

Este empresario lanzaroteño está acostumbrado a visitar o llamar por teléfono a los cargos públicos y a técnicos de distintas administraciones e incluso a registrar escritos en las instituciones pidiendo que le agilicen sus proyectos o quejándose de un trato desigual. Reconoció en el Juzgado incluso que no sólo lo hace sino que cree que es su obligación. El caso Stratvs es un ejemplo de indicios sobrados de su capacidad de influencia en al menos tres administraciones: Ayuntamiento de Yaiza, Cabildo y Gobierno de Canarias, sobre todo en todo en lo que está cerca Domingo Berriel, el consejero más nefasto para el territorio de Canarias, precisamente por ocuparse del territorio.

Rosa es un hombre con muchas virtudes, ente las que no está la mesura, y tiene una gran habilidad para lograr (o intentar) presentar sus problemas y sus intereses particulares como problemas e intereses generales, de toda la Isla. En los de los problemas, sin duda, lo consigue. Identifica sus proyectos como imprescindibles y lo hace girar todo en función de la dualidad 'con él o contra él'. Sin embargo, ni el número de camas que tiene ni la cantidad de vino que produce le colocan con un porcentaje significativo del total de la Isla. Y por otra, más que adaptar sus proyectos a la legislación o a la realidad, intenta adaptar esas dos a sus proyectos. A todo esto le ayudan una serie de políticos mediocres y sumisos, una élite funcionarial que se deja deslumbrar y unos representantes de las distintas asociaciones empresariales que deberían reflexionar por qué siempre acuden a su llamada. Ya se sabe: el poder se ejerce por delegación, y esa delegación puede ser por omisión. Si nadie lo discute ni lo ejerce, el poder es tuyo.

Pero no es esa la apelación a la memoria. Hubo un paso previo, o paralelo, a la construcción de Stratvs. En el año 2004 la entonces presidenta del Cabido, María José Docal y los siete alcaldes, entre los que estaba el actual candidato del PSOE al Cabildo, decidieron firmar y enviar una carta a la Reina de España, presidenta de honor de la Fundación César Manrique, para 'chivarse' de la intolerable actitud de la FCM, que se estaba oponiendo a la ampliación de la carretera de La Geria, con visita incluida de Leo Bassi a las obras de Barranco del Obispo. A la carta le acompañaba un vídeo lamentable.

El primer paso del plan preconcebido para intentar sacar mayor rendimiento económico a La Geria y facilitar el acceso del turismo de masas era la carretera. Y las cosas se sabe cómo comienzan pero no cómo terminan: la carretera iba a facilitar el acceso de guaguas desde Fuerteventura, Stratvs se podía constituir en un nuevo Centro Turístico (una pretensión ni siquiera disimulada) y después vendrían otros proyectos: un mirador en Tinasoria, hoteles rurales, etc. Todo ello vinculado, como es costumbre, a suelos rústicos, que son baratos y sólo hay que saber cómo lograr edificar en ellos. Y una vez que se va colonizando el espacio, sólo es cuestión de seguir.

Habrá quien piense, legítimamente, que todo iba a traer un desarrollo económico y puestos de trabajo. Cuando se hacen grandes proyectos se sabe el negocio que generan pero nunca se calcula el que destruyen. Eso sin contar con que el territorio no es sólo ese lugar que se puede transformar para que vengan turistas y cobrarles por ello. Lo que pasa es que los que piensan así nunca plantean abiertamente lo que buscan y acaban haciendo trampas. Y parece que esta vez les han pillado.

Comentarios

Amo el periodismo, y aunque suene redundante, debo decir el buen periodismo (lo otro no es periodismo). Parece que los periodistas también opinan, pero algunos lo hacen sin mentir, ni tergiversar. Gracias, Saúl, porque el buen periodismo nos refuerza en nuestras convicciones
Enhorabuena por el magnífico artículo
Este periodismo es tan necesario como el agua para esta tierra seca de profesionales de la comunicación de chequera.
Señor Saúl esta usted en franca y constante mejoría..es usted un profesional necesario, espero que no pierda la lucidez y que los pocos faroles de la isla en el periodismo nunca dejen de iluminarnos.
Enhorabuena. Un gustazo leer este artículo. Dardo certero acertando en la diana. Es la filosofía de más madera, lo que pasa que al final la madera se acaba, o la caldera estalla.
lo que más gracia me hace de todo esto es: 1.- El plan especial de la geria y la modificación puntual no beneficia a las bodegas sino solo a una. Eso si, desde lamelot están que se suben por las paredes porque de lo contrario no cobran. 2.- Es lamentable como un solo empresario, que se cree el gran hacedor de esta isla y no deja de ser un cutretiburon de 4ª division, maneja cual títeres a técnicos, políticos, etc...

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