2 COMENTARIOS 17/04/2015 - 09:36

Es curiosa la precampaña (y la campaña). Obliga a los candidatos a ir a sitios que no saben que existen, donde no saben qué decir y para los que no tienen ningún tipo de propuesta. Algo así le pasó a Australia Navarro, candidata a la presidencia del Gobierno por el PP, que visitó las instalaciones de Harinera Lanzaroteña. Su propietario lleva tiempo denunciando que las ayudas al transporte del Gobierno de Canarias perjudican la industria de las islas menores. Se le preguntó por esto y contestó que “hay que poner en valor que Canarias es una oportunidad de oro para la inversión por su fiscalidad competitiva” y porque el nuevo REF favorece la inversión, por la seguridad jurídica que ofrece y porque “es una puerta a las economías de África”.

Ah, y también dijo que el PP apuesta por las mujeres (junto a la candidata al Cabildo y a Arrecife) y que CC no, enseñando una foto de los nueve candidatos nacionalistas en la Isla. Y lo que nos queda...

Muchas incógnitas al Cabildo. Actualmente hay cinco partidos con representación en el Cabildo: Alternativa Ciudadana, PIL, PSOE, PP y CC. La única encuesta que se conoce dice que todos repiten representación. Bajarían CC, PSOE y PP, se mantendría el PIL y Alternativa, ahora integrada en Somos y entrarían Nueva Canarias y Podemos. Es decir, que puede haber un Cabildo con siete fuerzas. Y también se presentan Izquierda Unida, Ciudadanos y San Borondón.

Sumar fuerzas. Hay partidos que podrían tomar sus decisiones reuniéndose dentro de una cabina de teléfonos, siempre y cuando encontraran a estas alturas una cabina de teléfonos. Unos lo pueden hacer, como el PP, porque las decisiones las toma una sola persona y otros por el número de afiliados o simpatizantes que tienen. Algunos de estos partidos no hacen nada, ni aun teniendo representación, durante cuatro años, y cuando llegan las elecciones sacan pecho para llegar a acuerdos con otros partidos, algo mayores, “para sumar fuerzas”. Normalmente las restan, pero de forma recurrente, todo el mundo quiere alcanzar acuerdos con ellos.

¡Qué bonito sería que esa transparencia y honestidad que piden los partidos para las instituciones comenzara por ellos mismos, los pequeños y los grandes, reconociendo cuántos afiliados tienen y cuántos participan de forma activa en la vida del partido al menos una vez al año! No vendría mal para saber si cuando se llega a un acuerdo, el que firma a tu lado después se va a celebrarlo con los compañeros a un restaurante reservando mesa para dos.

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