1 COMENTARIOS 02/10/2015 - 11:39

Se habla mucho últimamente de la vieja política y la nueva política, aunque realmente se quiere hablar de la buena y la mala política, asociando lo viejo a lo malo y lo nuevo a lo bueno. Es una simplificación, pero no cabe duda de que hay prácticas que es mejor que formen parte del pasado. El presidente del Cabildo sigue en situación de minoría aunque parece que aún no se ha dado cuenta.

El pulso con el PSOE, destituyendo a Polo Díaz, parece que le ha salido mal. Debió pensar, y seguirá pensando, que los socialistas acabarían entrando al grupo de gobierno sin que él tuviera que dar marcha atrás. Y aún es posible que así sea, aunque cuanto más tiempo pasa, más remota es esa posibilidad. También se le ha complicado la posibilidad de buscar otros pactos. A los socialistas tampoco parece que les vaya mucho mejor esta situación, y a los vecinos aún menos.

Desde hace semanas se habla del intercambio de cromos: el Gobierno nombra a Fajardo y ustedes asumen sus competencias… Un intento que parece que tampoco funciona. Como dar marcha atrás u optar por el diálogo y el consenso parece que no es una opción (algo que podría pertenecer a la nueva política), se opta por hacer lo que se sabe hacer, la vieja política.

Y si de algo se sabe en la política insular es de mociones de censura, transfuguismo, ofrecimientos a otros partidos, negociaciones… En los mentideros están los ofrecimientos de puestos de trabajo a familiares para incorporar a algunos consejeros al grupo de gobierno. Es lo que se sabe hacer. El último intento para poner nervioso al PSOE sigue por el mismo camino: en diseño y en éxito.

Hace unas semanas se llevó a cabo una reunión en la Terraza Concorde en Playa Honda a la que asistieron representantes de varios partidos del Ayuntamiento: Óscar Pérez (de su propio partido), Manuel Rodríguez (del Partido Vecinal), Juan Rivera (PP) y Paula Corujo y Tomás López (de Somos). A Izquierda Unida la avisaron pero no fue y se estuvo esperando la llegada de un miembro de Coalición Canaria que iba a ir pero no apareció.

Dos de las personas a las que se avisaron reconocen que fue Coalición Canaria quien les invitó a la reunión, y que era la convocante, y una reconoce abiertamente que el motivo del encuentro era para plantear una moción de censura a alcaldesa Loli Corujo, con ofrecimiento de alcaldía incluido por parte de CC. A otros los avisó el PP y a otro concejal le avisó Óscar Pérez. Desde Somos señalan que si asistieron fue porque se les había convocado para una reunión del Grupo Mixto pero que durante el encuentro, que apenas duró media hora, no hubo orden del día ni se planteó nada en serio, ni siquiera una moción, y que al término de la reunión dijeron que no les volvieran a llamar para ese tipo de cuestiones.

La moción, con el actual reparto de fuerzas, es casi imposible, pero es una manera de poner nervioso al contrario, curiosamente al contrario con el que quieres pactar (o necesitas pactar). No será el último intento, seguirán las maniobras de todo tipo. Cualquier cosa antes que optar por enterrar algunas cosas de esa vieja política que parece que algunos es la única que saben hacer.

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